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La floración. Un momento único en los viñedos de Bodega del Abad

Seguramente muchos de vosotros conoceréis de primera mano la brotación. Es posible que hayáis paseado en primavera entre viñedos y hayáis comprobado cómo, tras el parón del invierno, la viña comienza a mostrar colores verdes en las hojas que brotan de sus ramas. Pero es posible que muchos de vosotros no os hayáis fijado en que, parejo al inicio de ese proceso, las viñas experimentan otro mucho menos conocido, pero de gran belleza: la floración.

La flor de la viña es una de las grandes desconocidas cuando hablamos de, por ejemplo, enoturismo. Sin embargo, en Bodega del Abad os aseguramos que pasear por las vides y ver esas flores que van llenando sus ramas es un espectáculo natural precioso y digno de admirar. Eso sí, para poder contemplarlas y disfrutar de su belleza hay que ser rápidos, ya que la flor no permanece demasiado tiempo en la planta.

Siguiendo el proceso natural, ese maravilloso ciclo de la vid al que tanto aludimos en nuestro blog, las flores que polinicen –no todas ellas lo hacen- se convertirán en fruto, dando paso al siguiente proceso en la viña: el cuajado. Y es precisamente en el momento en el que este comienza a llevarse a cabo cuando empezamos a ver con claridad los pequeños granos de uva que conformarán cada racimo. Parece que acabamos de recoger la uva en la añada 2022, ¡pero lo cierto es que la próxima vendimia está cada vez más cerca!

En Bodega del Abad no nos cansamos de repetir que vivimos en un entorno único y maravilloso y que cada estación tiene sus ventajas y sus aspectos de belleza. Eso sí, probablemente la primavera sea una de las más especiales, con la planta volviendo a la vida y regalándonos de nuevo su color.