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La selección de la uva en Bodega del Abad, fundamental para elaborar un vino de calidad

No cabe duda de que la vendimia es uno de los procesos más importantes de nuestra bodega. Al fin y al cabo, con la cosecha de la uva recogemos también el fruto que nos ha dado el trabajo de todo un año y el mimo que, mes a mes, hemos depositado en el viñedo. Pero, lo cierto es que aparejado a la vendimia hay otro proceso igual o más de importante: la selección de la uva.

Y es que no basta con determinar el momento exacto en el que la uva se encuentra en su punto óptimo de madurez, ese en el que decidimos empezar a cosechar. Para conseguir la máxima calidad en los vinos que elaboramos en Bodega del Abad es clave también elegir solo las uvas que llegan en perfecto estado al momento de la vendimia. Solo eligiendo únicamente estas uvas mencía y godello conseguiremos que los vinos Denominación de Origen Bierzo que salen de nuestra bodega cumplan los estándares de máxima calidad que tenemos como objetivo.

Es un momento no exento de cierta tensión, ya que en aras a lograr esa máxima calidad también es importante que no se retrase en exceso y que las uvas lleguen pronto a bodega para poder comenzar a transformarlas.

Por eso, aunque en bodega también llevamos a cabo ese proceso de selección desechando las uvas que no se encuentran en perfecto estado, el primer trabajo encaminado a ello comienza en el viñedo. Es muy importante que a la hora de recolectar los racimos ya escojamos para su paso a bodega únicamente aquellos que cumplen con la máxima calidad.

Y es que no cabe duda de que para elaborar un gran vino es imprescindible contar con una gran materia prima. Sin nuestras uvas godello y mencía, cuidadas a lo largo del año y seleccionadas a la hora de la vendimia, sería imposible ofreceros los vinos Bodega del Abad que tanto disfrutáis.