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Primavera, explosión de color en las viñas de Bodega del Abad

En Bodega del Abad somos afortunados. Tenemos la suerte de ser testigos del ciclo de la vid desde hace más de 25 años. Sin duda alguna, un espectáculo natural único que os aseguramos que merece la pena ser disfrutado.

Y la verdad es que si nos paramos a pensar lo cierto es que seguramente la primavera sea uno de las estaciones con más magia cuando nos referimos a la viña. Y es que es la estación en la que la vid renace. En la que vivimos una explosión de color que vuelve a un paisaje marrón tras la poda.

Cuando finaliza el lloro de la vid, del que ya os hemos hablado en este post de nuestro blog, los cortes comienzan a sellarse y las yemas restantes en cada sarmiento empiezan a cubrirse de una sustancia algodonosa. Estamos a punto de llegar a la brotación, un proceso por el que comienzan a aparecer los primeros brotes verdes, esos que nos anuncian el inicio de un nuevo ciclo. Os aseguramos que este momento es muy bello visualmente y, además, resulta muy importante en el desarrollo del racimo. Tras la brotación, unas semanas más tarde, asistiremos a uno de los puntos más desconocidos y más bellos del ciclo de la vid: la floración. ¿Habéis visto alguna vez la flor que se da en los viñedos? Os aseguramos que es de una belleza impresionante. Esta flor será fecundada más adelante y se llegará a convertir, meses después, en el fruto que se recogerá durante la vendimia, en la uva con la que elaboraremos una nueva añada de nuestros vinos.

No cabe duda de que el renacer de los viñedos es un espectáculo natural único que trae consigo la primavera. ¡Es toda una fortuna poder vivirlo de cerca paseando por las viñas de Bodega del Abad!