Cuando comienza el nuevo año, en Bodega del Abad sabemos que queda muy poco para iniciar uno de los procesos más importantes de los que llevamos a cabo en el viñedo: la poda.
Cuando el invierno llega al viñedo, el paisaje cambia de manera profunda, transformándolo en una estampa imponente de calma y reposo. La vid, ahora desnuda de sus hojas y frutos, se presenta ante nosotros con una belleza austera. Es el momento en que la planta reposa, concentrando sus nutrientes en la raíz para sobrevivir al frío invernal.
Con el invierno ya instalado y el frío acompañándonos, cambian nuestras costumbres y rutinas, pero hay pequeños placeres que se mantienen inalterables. En Bodega del Abad sabemos que los días fríos y las noches largas son el momento ideal para disfrutar de nuestros vinos, especialmente de nuestros tintos de mencía, que se convierten en el maridaje perfecto para los platos de invierno.