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Conoce el ciclo de la vid en Bodega del Abad

Con la llegada de la primavera, ha comenzado una de las fases más esperadas del ciclo de la vid, la brotación. Las yemas que permanecieron latentes durante el invierno empezaron a despertar, dando paso a los primeros brotes verdes. Este momento, lleno de vida y renovación, marca el inicio del desarrollo de nuestra futura añada. 

El ciclo de la planta marca el ritmo anual de trabajo en Bodega del Abad, en concreto nosotros estamos especializados en elaboraciones con variedades autóctonas del Bierzo como son la Mencía y Godello.

Seguimos de forma rigurosa cada una de las fases del ciclo tanto en el viñedo como a través de nuestro blog. El proceso comienza en invierno con la poda, durante esta etapa las cepas están en reposo y es el momento de definir su estructura. La poda es manual y selectiva, orientada a controlar la producción y favorecer el equilibrio de la planta. Esta tarea es clave para determinar el rendimiento de la futura cosecha.

Esta práctica, que explicamos con más detalle en nuestro artículo sobre la poda en seco, es esencial para determinar el rendimiento y la calidad de la próxima añada.

Con el inicio de la primavera se produce el desborre, cuando las yemas comienzan a brotar. A partir de este punto, se suceden etapas como la floración, el cuajado y el envero. Cada una requiere un seguimiento técnico continuo. La bodega aplica prácticas sostenibles, adaptadas a las condiciones climáticas del Bierzo. En este artículo sobre la primavera explicamos algunos de estos detalles.

Durante el verano, el viñedo entra en su fase de envero y maduración. El equipo técnico realiza controles periódicos del estado fenológico de la uva, de su concentración de azúcares, acidez y otros parámetros. La vendimia se programa en función de esta información, buscando el punto óptimo de madurez. No te pierdas cómo fue la vendimia de 2024 en nuestra bodega.

Tras la vendimia, la uva se traslada a la bodega, donde se iniciará todo el proceso de vinificación. La intervención enológica está orientada a respetar las características de la variedad y del suelo. A continuación, los vinos pasan por crianza u otros métodos de elaboración, dependiendo de las decisiones del enólogo.

El ciclo se cierra con la preparación del viñedo para el siguiente año. La experiencia acumulada permite ajustar decisiones técnicas y anticipar posibles riesgos, como enfermedades.

Nuestra bodega afronta cada campaña con una combinación de conocimiento técnico, adaptación al entorno y compromiso con la calidad. El seguimiento del ciclo de la vid es la base sobre la que construimos la identidad de nuestros vinos.