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La primavera en el viñedo de Bodega del Abad: un espectáculo natural con la vuelta a la vida

Aunque siempre os decimos que cada estación es única en el viñedo, no cabe duda de que la primavera es una de las más especiales para nosotros en Bodega del Abad. Al fin y al cabo, en primavera es cuando vivimos el renacer de la viña, cuando el viñedo, después del letargo del invierno, despierta y comienza a transformarse en un paisaje lleno de color que culminará pocos meses después en la vendimia.

En los viñedos la primavera comienza a dejarse ver con la yema de algodón, que supone el primer indicio de que la vid está lista para volver a la vida. Las yemas, que casi se mostraban dormidas durante el invierno, comienzan a hincharse y a cubrirse con un delicado vello blanco que nos recuerda al algodón, de ahí el nombre de este proceso. 

Poco después llega la brotación a la viña, por la que vemos como asoman los primeros brotes verdes. Lo cierto es que este es un proceso que se da de una manera muy rápida y casi de un día para otro podemos ver que las cepas se llenan de pequeñas hojas que anuncian el crecimiento que está por venir. 

En primavera también asistimos a otro de los momentos más bonitos del viñedo: la floración. Es un proceso que dura muy poco, por lo que, en muchas ocasiones, es difícil de ver en la viña.

En definitiva, la primavera en el viñedo es un tiempo de belleza, trabajo y mucha ilusión. En Bodega del Abad afrontamos una época de trabajo en la viña, de un cuidado de cada detalle que, en unas semanas, nos permitirán cosechar racimos de uvas de la máxima calidad para elaborar nuestras futuras añadas.