En Bodega del Abad iniciamos nuestro camino en el mundo de los vinos de calidad en la añada del 2000. Al poco tiempo ya habíamos logrado entrar con nuestros vinos en un mercado en el que la variedad mencía ya estaba presente. Sabíamos que contábamos con un cepaje diferente que se alejaba del mundo sensorial de la variedad tempranillo, que entonces acaparaba la atención de los consumidores debido a la enorme presencia y a la diversificación de esta cepa en el Duero y en otras comarcas vitivinícolas españolas.